sábado, 20 de abril de 2013

Un millón de colinas

En un millón de colinas
De desolados parajes
Tendiendo de sol cortinas
Entre un desecho bagaje

De ámbito lírico perfecto
El viento entornado trina
Que ya es tiempo de morriña
Y de voluptuosas esquinas

No pudiendo finalizar
La cruzada que le acompaña
La empresa que le atormenta
Se oculta y se alarga

Toma forma de cuchilla
Lanzada por el firmamento
Taimado veneno el invento
De café de cacerola

La oscuridad lo trae
El fuego lo crepita
El amanecer lo asesina
Y la luna lo arrodilla

sábado, 13 de abril de 2013

Metalpolitiks

Animado por las manifestaciones de absurdez profundas manifestadas por ignorantes pseudo-entendidos en sociedad, cuando su ámbito es el arte y el pesimismo cultural que profesan, a pesar de formar parte de una vanguardia igualmente repudiada por los demás amantes de la falsa edad de oro me dispongo a escribir, a escribir sobre la política y el arte, no sobre el arte no, sobre algo mas concreto, sobre la música, la música de muchos, en buena parte mía, la música metal.

Escuchar en un concierto que se dicen cosas "¿Crisis? ¿Y el dinero que? ¿Ha desaparecido?" o "Lo que hay que hacer es quemar iglesias como nuestros abuelos en la guerra civil" lo que demuestra es que se es un atrevido ignorante, primero, el dinero es un monopolio del gobierno cedido a bancos, no es un valor, es una obligación impuesta, el auténtico dinero es el que usa el pueblo para capitalizar, desde los tiempos de la sal a todos los metales preciosos. En cuanto a las iglesias, mis abuelos no quemaron ninguna y no voy a ser yo el primero de mi estirpe en hacerlo, máxime cuando ni son mías ni considero buen uso su aprovechamiento como combustible.

Amén de esto quiero profundizar un poco más sobre la ideología metalera, aquí en España sabemos que practicamente la totalidad de los grupos son izquierdosos, incluso los que intentan hacer uso de la incorrección política y esto abarca desde grupos de death hasta grupos de rockabilly.

Ahora, esto es España, no el mundo, en EEUU muchos grupos de metal han militado como conservadores y han sido acusados de machistas o protofascistas (casos de Manowar o Slayer).

En Inglaterra el heavy metal surge de los barrios obreros pero posteriormente hay grupos que incluso profesan sentimientos nacionalistas y alejados del socialismo al mismo tiempo, así vemos que en solo 10 años, la trayectoria de Black Sabbath a los Maiden o los Priest provoca un cambio de actitud muy grande.

En Noruega en los 90 surge un black metal muy purista tecnicamente e ideologicamente que acaba realizando una ensalada hermenéutica de nihilismo, ateismo, nacionalsocialismo, satanismo y odinismo, lo que provoca su caida y dispersión por todo el mundo, aunque su espíritu musical pervive, lo que demuestra sin duda, que la música, como medio de expresión, es infinitamente superior a la política, que al fin y al cabo es una perversión coactiva de los sentimientos morales.

Por otra parte se puede encontrar, por ejemplo, en China, grupos que por falta de influencia artística occidental han desarrollado su propio estilo de black metal, profundamente anti-comunista.

En resumen la conclusión que podemos sacar, es que, la música no necesita una ideología, menos una definida y menos una que adoctrine en los conciertos, la música es un método de expresión y por tanto necesita calidad y técnica expresiva, nada más, esa excelencia ya es su propia ideología. El metal, como cualquier genero, no es una ideología, es un tipo de expresión, y solo los auténticos zotes lo negarán, zotes como los que negaban el derecho que pudieran tener los grupos de anglosajones caucásicos a versionar los blues sufridos afroamericanos de vías de tren y campos de maiz cantando el gospell al falso señor.

domingo, 7 de abril de 2013

Lawrence de Ancapia

Primera guerra mundial, conflicto de la revolución arabe, Thomas Edward Lawrence y un mar de arena y sol, un auténtico yunque del infierno donde la entereza de los hombres es martilleada por las inclemencias de toda clase.

Esta es una mini sinopsis de una gran obra maestra de la historia del cine, Lawrence de arabia, una superproducción de las que merecen la pena las 3 horas y media que dura, como recordarán los que hayan visto la película, Lawrence es un militar británico, al servicio de un estado que daba sus últimos coletazos como imperio, y habiendo sido tierra de hombres libres, se hallaba transformado en un indomable leviatán.

Lawrence servía a ese monstruo si, pero su espíritu, liberador, que no libertario lo hicieron creer que esas tierras y esa gente, eran algo más que el patio trasero de su particular monstruo de mil cabezas, Lawrence como podemos observar, realiza una labor libertaria en un principio, lucha, junto a los legítimos propietarios del desierto, por la propiedad de este, los cuales, lo siguen voluntariamente y cuando creen que han conseguido suficiente, son libres de marcharse. Por cierto, no se les puede pagar en papel (fiducia) ellos saben que no vale nada, quieren dinero de verdad, oro.

El propio Lawrence cae víctima de la belleza de los sucesos y se ensalza, creyéndose superior a ningún hombre y en ese momento es cuando vemos como su historia de bravura, se transforma en una historia de bajeza moral, se cree con la capacidad de dirigirlos totalmente a su antojo, sin tener en cuenta sus incentivos, como si fueran piezas de ajedrez, al final, incluso crea un comité de planificación central en la que pretende obligar a los soldados que libremente lo siguieron en sus hazañas a la realización de las tareas que el cree convenientes.

Cuando se da cuenta de la futilidad de su plan, no siendo capaz de liberar a la sociedad, los entrega como sacrificio al leviatán y huye, dejando el bueno de Peter O'Toole al pobre Omar Shariff en una condición de desasosiego.

La película es un ejemplo perfecto de los incentivos que mueven de verdad a los hombres y un alegato de como el determinismo histórico puede ser derrocado por nuestra voluntad y esfuerzo, a su vez, muestra la verdadera justicia, la que emana del individuo, la justicia libertaria y la muestra en su máxima crudeza, cuando Lawrence ha de matar al hombre que rescató del desierto como castigo por haber asesinado a un miembro de otra tribu que los acompañaba en su cruzada.

Una muy recomendable película y una aleccionadora realidad.

jueves, 4 de abril de 2013

En defensa de la libertad.

Es arduo el debate que se fragua entre los libertarios y liberales a día de hoy, especialmente teniendo en cuenta los sucesos acaecidos en la economía chipriota (los cuales por otra parte venían ya siendo observados desde hace tiempo, países como Eslovenia o Italia tampoco quedan muy lejos).

El debate trata sobre las observaciones pertinentes a los sistemas bancarios, bien con reserva fraccionaria, bien con encaje del 100%, creo que es obvio para cualquier anarcocapitalista que no se puede prohibir de forma absoluta la reserva fraccionaria, pues en un sistema libertario nadie tendría derecho a tal cosa siempre que las partes lo acuerden libremente.

Ahora, eso no quiere decir que ese sea el caso que estamos presenciando a día de hoy, y evidentemente no lo es, el caso que estamos presenciando conlleva un vicio de la voluntad en algunos casos, por error, al igual que en los casos de la compra de deuda que tan en boca de todos están en estos momentos. No estoy diciendo por supuesto, que todos los casos sean vicios de la voluntad por error. Yo mismo soy un caso de depositante el cual es consciente al 100% de que su depósito no conserva el 100% del encaje.

Pero esto nos lleva a otro problema, en un sistema judicial, lento y partidista del estado y por implicación de los lobbys bancarios que lo financian a cambio de monopolios sobre la intermediación de un producto ESTATAL, jamás se va a llegar a hacer justicia en favor de los principios del derecho natural y sobre la base de una buena técnica económica.

Así que a fin de cuentas, la discusión no debería centrarse tanto en los tipos de encaje bancario y debería ser mucho mas agresiva contra las arbitrariedades del estado, proponga este mismo, la ley que proponga, pues a fin de cuentas, hasta que la ley, el derecho y los jueces no se dejen en manos totalmente privadas, lo que hagamos en ese ámbito va a ser malversado una y otra vez, pudiendo llevar, por cierto, a una mala interpretación de los principios del liberalismo y de la prudencia económica por parte de la sociedad.

Debemos de hacer apología de un radicalismo total, simple y sin compromisos de ningún tipo, con la verdad como única insignia y deducirlo de forma axiomática, cualquiera que no cumpla los principios que se estipulan, queda fuera de esa ideología, así evitamos que gente como Bob Barr sean llamados libertarios o que digan que Luis De Guindos es austriaco (en economía, que no de procedencia).

Por último es necesario hacer una llamada a no mezclar las preferencias personales con el objetivo de la libertad, ni de religión, ni morales laicas, ni puras preferencias mercantiles que deterioran nuestra posición filosófica. Primero se consigue un marco flexible en el que podamos alcanzar nuestras metas personales y luego se buscan esas metas sin coaccionar al resto, ese es el auténtico espíritu y por cierto, la única forma de cerrarle la boca a tantos left-libertarians como hay sueltos.