jueves, 2 de mayo de 2013

Giros lingüisticos, malas definiciones y sandías.

La sandía, es una fruta que como muchos falsos ecologistas es simple y llanamente muy verde por fuera pero muy roja por dentro.

No pretendo en ningún caso decir que el ecologismo es un movimiento colectivista, al contrario, es un movimiento que los defensores de la libertad debemos recuperar para nosotros, para llevarlo con orgullo, dignamente y sin dañar o coaccionar a nadie.

Para empezar el progresismo patatero ecologista no es ni tan siquiera capaz de dar unas buenas y claramente acotadas definiciones técnicas a la hora de promulgar su falso progreso.

Aquí lo que da la sensación es que un recurso se considera no renovable si no es reproducible de cualquier forma y se considera renovable si se reproduce solo, nos quedan por tanto en medio y vacios un montón de recursos que el hombre puede reproducir pero no se reproducen solos (esto es un claro ejemplo del desprecio colectivista por la acción humana).

Renovabilidad: La renovabilidad es la capacidad de ser renovado, de la mano del hombre o sin ella, los peces pueden ser renovados naturalmente o en piscifactorías, por ejemplo.

Agotabilidad: Agotabilidad implica que se puede explotar al 100% y no se agota por ello (no quiere decir que sea infinito, el sol se agotará, pero no porque usemos su energía se agotará mas rápido).

Usamos esa definición de agotabilidad porque verdaderamente y a largo plazo en el universo no existe nada plenamente inagotable, todo se extinguirá, algún día, en el final de los tiempos.

Y como renovabilidad esta definición nos da una perspectiva muy diferente al habitual glosario sandía al que nos tienen acostumbrados, y descubrimos muchas cosas, como por ejemplo, que los combustibles fósiles son renovables, si señores, los combustibles fósiles se renuevan con el paso de las eras geológicas, sin duda es un tiempo larguísimo, pero mas corto que el que tarda en fraguarse una estrella del tipo de nuestro sol. Por tanto los combustibles fósiles son mas renovables que la energía solar, lo siento mucho pero ya era hora de que lo dijera alguien.

Ahora que hemos despejado la ensalada terminológica de ambigüedades vamos a hablar de lo que de verdad importa y en los términos en los que se debe tratar.

Una de las características importantes de los recursos es su stock, o sea, el stock existente conocido por el hombre y con capacidad de explotación, pues si no es conocido o no se puede explotar no tiene cualidad de bien. Aquí es donde se ve la importancia de un sol, el stock de energía del sol es mucho mayor que el de ninguna otra fuente que podamos imaginar en la tierra, por eso el sol es importante, no por esas chorradas de renovabilidad y agotabilidad.

La otra característica importante es el flujo de renovación, el flujo de renovación nos indica cuanto podemos consumir en un periodo de tiempo de ese recurso y de esta característica se tienen que estudiar dos términos cualitativos y no cuantitativos. Uno de ellos es si el flujo de renovación está relacionado causalmente con el stock, como es el caso de las especies animales, o no tiene nada que ver, como es el caso de los minerales. Y la que yo creo es el mayor signo a estudiar, si el flujo de renovación puede ser influenciado por el hombre, pues en tal caso, como el de los bancos de pesca o los elefantes el hombre tiene una gran capacidad para hacer el recurso sostenible siempre que sus incentivos y su interés lo lleven a ello.

Esto es lo que deberíamos estudiar para la conservación de los recursos, no las chorradas que se enseñan a día de hoy.

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