domingo, 10 de noviembre de 2013

Revisionismo, libertarismo y fuera del estado, fuera de la ley. Con Josey Wales.


Hoy entramos con una película de leyenda The Outlaw Josey Wales (El fuera de la ley).
De entrada y para que no pille de sorpresa a nadie, este film fue casi arrebatado de entre las manos de Philip Kaufman por Eastwood, que se empeñaba en espolvorear sobre el guión de Kaufman esos toques tan personales que el sabe dar, maldita sea, lo consiguió.

El bueno de Eastwood es un declarado libertario estadounidense, aunque cada 4 años se cambie la piel para hacer campaña por los republicanos, es su forma de rehuir a los demócratas, cuya política económica una persona que se crió durante la gran depresión sabe bastante bien de que trata. Quizás Eastwood no sea siempre coherente con sus ideas, pero es un placer aun así tener a un artista con convicciones.

Después de haber demostrado mi admiración cuasi-irracional por este artista comencemos a diseccionar su film:
El film está basado en la novela "Gone to Texas" de Forrest Carter. Por tanto nos podemos imaginar que tiene un marco totalmente segregacionista.

Aunque Eastwood comenta que es un film anti-bélico, la realidad es que se puede entrever un aire revisionista desde el punto de vista confederado de la guerra civil, pocas veces se ve una película que retrate tan bien como la guerra civil no es un momento de gloria como se pinta muchas veces, sino el fratricidio más rastrero.

Los unionistas asesinan brutalmente a la familia de nuestro protagonista, lo que lo lleva a unirse con los rebeldes del sur y en esto demuestra una pericia que lo hace ser respetado y querido entre sus "brothers in arms".
Cuando el sur se rinde, el personaje principal, Josey Wales, no cede ni un ápice y comprobaremos que goza de sabiduría en las decisiones pues la unión traiciona de manera clara e indistinta a los confederados que se prestan a la sumisión, exceptuando a algún colaborador que sabe colocarse bien sobre los hombros de los muertos.


Aquí empieza su infinita huida y la que podríamos llamar la parte más aventurera de la película. Pero cuando se vuelve a tomar un estadio fijo de acción en un pueblo dejado de la mano de Dios, Wales, que lleva ya a la cola un largo número de, por así decirlo "protegidos" y que titubea constantemente con dejarlos para seguir su camino, se siente atado, hasta tal punto que se decide a mantener una negociación con el jefe de los indios que sospechan podrían intentar asesinarlos si se mantienen en su escondido asentamiento. Aquí podemos ver una de las escenas mas reivindicativas de la película, vemos a un Eastwood que afirma que los gobiernos no conviven, que los gobiernos mienten y matan. Y ensalzados en su palabra de hombres, establecen un libre pacto de no agresión que los beneficiará a ambos, uniendo así su prosperidad y su felicidad. Dejo la cita completa porque merece la pena leerla se haya visto la película o no.

"No son los gobiernos los que conviven, son las personas, de los gobiernos no se recibe una palabra justa ni la lucha es justa".

En esta película además descubriremos odio hacia los esclavizadores, una mirada tentativa al sufrimiento de los nativos americanos, el placer de la auto-defensa y la auto-suficiencia. El placer marcado en el placer de placeres, la libertad. Para al final, comprobar como Josey Wales hace las paces consigo mismo, con sus compañeros de armas y con el mundo, pero no por eso deja de ser El fuera de la ley.

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