lunes, 13 de junio de 2011

Y de aquellos barros... o, la ley del Talión

Durante el proceso de constitución de la sociedad se da una extensa gama de conflictos irresolubles por ley, pues son intratados por esta, los cuales solo pueden ser tratados de forma cooperativa por sus miembros, el problema es que al ser la disposición jurídica y moral tan sumamente exógena al individuo y a su finalidad es totalmente imposible que eso ocurra. Por tanto se inicia un proceso de teoría de juegos en el que cualquier tipo de movimiento en sentido positivo a la cohesión por el lado de una de las partes es respondido por su gemela en el sentido contrario cual si la 3ª ley de Newton se tratase, el resultado es una optimización ineficiente y una guerra de todos contra todos la cual podría ser evitada mediante el sistema de ley policentrica privada.

Existen fundamentalmente 2 tipos de comportamientos con respecto a los demás, los que miran unicamente por nuestro beneficio (beneficien o perjudiquen a 3ºs) y los que se realizan con caracter altruista, falso altruismo ya que lo nombramos pues el altruismo siempre es autorreferencial y subjetivo además de ser una mella en el escalafón social y asegurar una posible perpetuación de un falso buen genoma, estamos preparados biológicamente para autoengañarnos en este aspecto pues la cohesión social no existe y la única forma es la afiliación voluntaria al sistema policéntrico anteriormente citado.

Por tanto el sistema optimiza el modelo de decisiones altruistas/egoistas según nuestra utilidad a largo plazo y a partir de la experiencia y circunstancia personal aprendemos a adaptarlas en el espacio y el tiempo para conseguir que nuestro genoma se perpetue en condiciones mas favorables que el resto.

Así terminamos en tal punto en el circulo (no vicioso, los circulos viciosos no existen, solo existen las espirales) de la ley del codigo de Hammurabi "ojo por ojo, diente por diente" como forma de demostrarnos negociantes fuertes y disciplinar el autocontrol ajeno, la tolerancia siembra las semillas de nuestra propia destrucción eliminando las bases y canones de la civilización y la convivencia.

Por tanto como escribio Sherpa "Nada que hablar, nada que oir, todo lo que pueda hacer será siempre solo por mi" dejad de promulgar falsos ideales, el orden biológico bebe del económico y al contrarrecíproco, aplastar las utopías y defendes vuestra propia felicidad basada en criterios reales no en elucubraciones como la política y la religión.

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